A contracorriente (lucho contra las obligaciones y contra el reloj), aunque Serendipity (encontrarte en clase -qué regalo- y ahora no hay manera de abrazarnos -porque eso tiene que ser mutuo-), me pregunto una y mil veces y ahora qué. Un abismo, palabras gravadas bajo la piel y un vacío inmenso que quiero seguir llenando, aunque septiembre parezcan mil precipicios. (Y no sé si sólo es un miraje). Hay una canción que dice "yo saltaría por ti sin mi paracaídas". Y también hay una canción que dice "así que alégrate, lo has conseguido, los días sin ti serían precipicios". Pues un poco todo eso. (Bendita la Música).
Mañana vuelvo otra vez. Te soñé y me hubiera gustado contártelo, eres mi refugio incluso en el subconsciente, qué miedo me da todo esto. Los precipicios no, eh? Sólo todo esto y no querer ver el final.No sé cuándo te vas ni cuándo vuelves ni nada, pero ojalá encuentres retales de mi Vida en Mannheim, una ciudad de la que tengo recuerdos de cosas que no he vivido, y sigas pensando en la chica de la mesa de al lado. Un mail que te escribí en agosto, un regalo que soñaste en septiembre y una canción de hoy. Gracias infinitas, immer. Ich liebe dich tanto que, que, que.
Te iba a escribir dos líneas y mírame. Qué descontrol.
Hablamos. *
